Si tienes pequeños, visita la cocina para bebés, siempre hay opciones preparadas y útiles para facilitarte la estadía.

Público objetivo familias con niños

Las instalaciones del hotel son impresionantes, las piscinas son espectaculares y hay muchas actividades para entretener a los niños, lo que fue genial para mi familia. Además, el personal es muy amable, especialmente Ana de recepción, que siempre estaba dispuesta a ayudarnos, lo cual hizo nuestra estancia más cómoda.

No fue barato, pero aún así aceptable.

Actividades diarias de entretenimiento, variedad de restaurantes temáticos, teatro con shows nocturnos impresionantes

La apertura tardía de las piscinas a las 8 genera un caos con las reposeras reservadas!!! Además, los shows para niños deberían planearse mejor, no es cómodo ni para ellos ni para los padres.

La playa, un lujo!

La playa es increíble, perfecta para largas caminatas sin muchas personas. Además, la variedad de restaurantes me encantó, sobre todo el bar junto a la piscina que tiene snacks ricos. Aunque el check-in fue un poco lento y faltan mesas para fumadores en el exterior, tu tranquilidad en la playa hace que valga la pena.

Las piscinas son tan magníficas y refrescantes que uno podría confundirse y pensar que se han zambullido en un inmenso mar. La variedad de actividades para niños es como tener un parque de diversiones dentro del hotel, ¡incluso me sentí un poco celoso de no poder subirme a los juegos! Además, la cena en el restaurante de especialidades fue como viajar a un destino gastronómico. cada plato era una explosión de sabores.

Servicio en el restaurante lento.

La atención del personal fue excepcional, aunque

el buffet podría mejorar en variedad y calidad de los platos. La habitación era cómoda y se mantenía siempre limpia, además, disfrutamos de actividades para los niños y relajantes momentos en la playa.

La comida era mejorable, pero la piscina estaba siempre caliente y agradable.

Pasé unos días disfrutando de actividades como volleyball de playa. Las piscinas estaban siempre agradables y con música. Lo mejor fue la comida, los mariscos eran frescos y muy sabrosos. Me gustó la amabilidad del personal, siempre estaban dispuestos a ayudar.

La limpieza en algunas áreas podría mejorar. En el restaurante italiano, la atención no fue tan rápida como esperaba. Además, había pocas reposeras disponibles en la piscina.

La cena en el restaurante Mediterráneo fue un festín! Los sabores frescos de los mariscos me dejaron sin palabras. hay que aplaudir la comodidad de las reposeras, relajarse al borde de la piscina se volvió un lujo diario. No me olvido del diseño del hotel, hay rincones con sillones que invitan a relajarse, mientras disfrutas de la brisa constante.

Sin embargo, debo hacer una crítica. El servicio en el restaurante fue poco atento y lento, sobre todo al intentar conseguir vino. La primera impresión fue decepcionante, como si los trabajadores estuvieran más enfocados en limpiar mesas que en atendernos. Además, el tema de las toallas en la piscina central es un lío, ¡deberían dotar todas las áreas de toallas para que todos podamos disfrutar sin hacer caminatas!

La estadía fue bastante placentera, aunque la calidad de la comida dejó un poco que desear, especialmente la variedad de frutas. Lo que realmente me impresionó fue la comodidad de las habitaciones y la limpieza. El trato del personal, especialmente de las mucamas, fue excepcional. Además, la proximidad a las piscinas naturales y al proyecto de conservación de tortugas fue un gran plus para mí, ya que estaba interesado en explorar estos lugares cercanos.

El hotel tiene una arquitectura impresionante, con espacios amplios y techos altos. Las habitaciones son grandes y cómodas, con camas enormes y colchones excelentes. Me gustaron las piscinas, especialmente la que tiene actividades y la barra en el agua. Se complica encontrar reposeras, ya que muchas están reservadas desde temprano. El restaurante japonés me sorprendió. es una experiencia increíble verlo cocinar frente a ti. La variedad de comida en el buffet principal es buena, aunque los sabores de los pescados que probé no fueron de mi agrado. Fui vegana durante mi estancia, y aunque me ofrecieron algunas opciones, no eran suficientes. A veces, llegar al restaurante era un proceso burocrático e insatisfactorio. Además, el gimnasio cierra muy temprano, lo que es un inconveniente. El ambiente puede ser ruidoso, especialmente en la piscina, por lo que si buscas tranquilidad, es mejor evitar el edificio 2. Aunque hubo aspectos que mejorar, la atención del personal y la calidad de la limpieza fueron notables. El lugar es ideal para disfrutar de actividades y relajarse, pero necesita más atención a los detalles de las opciones de comida.